Italia en 2006, España en 2010, Alemania en 2014 y Francia en 2018. Los europeos se rotan las últimas ediciones de la Copa del Mundo disputando casi siempre las finales entre ellos. Sin embargo, en los Juegos Olímpicos, sucede lo contrario.

Fue el quinto oro consecutivo que queda en América, cuatro de los cuales fueron para selecciones sudamericanas y una para México en 2012.

Brasil, que consiguió su primer oro en fútbol en 2016, repitió la conquista que le faltaba y con esta edición suma cuatro consecutivas subiéndose al podio tras la plata en Londres 2012 y el bronce en Beijing 2008.

Foto: CBF

¿Por qué los sudamericanos sí logran triunfar en estas competiciones sub 23 con posibilidad de tres mayores?

Uno de los motivos es el temprano debut de sus jugadores juveniles en la primera división de sus ligas domésticas. En Europa se suele esperar más antes de comenzar con el plantel principal. Ese “apuro” da resultado en competencias como los JJOO o los mundiales juveniles, también esquivos para los representativos del viejo continente.

Muchos de esos jugadores, son incluso transferidos previo a su primera cita mundialista. En el siguiente gráfico vemos la cantidad de futbolistas en el extranjero de la plantilla de la Copa del Mundo Polonia 2019. En Europa una media de 4, en Sudamérica 5,5.

Lo mismo sucedió en la edición anterior, pero aún más acentuado, al haber clasificado selecciones más poderosas en el viejo continente:

El otro gran motivo es la proporción. En Tokio, solo 4 de las 16 selecciones fueron europeas, a diferencia de los mundiales en los que ocupan casi la mitad de los cupos. Además, ninguna de las cuatro fue cabeza de serie. España, quien terminara consiguiendo la presea plateada, fue la única que consiguió avanzar a cuartos de final, donde hubo dos representativos africanos y dos asiáticos.

Brasil, la campeona, no necesitó llevar a sus principales figuras para hacerse del título. Sus tres fichas mayores fueron el arquero Santos de Atlético Paranaense, Diego Carlos, zaguero central de Sevilla y Dani Alves, quien quema sus últimos cartuchos en Sao Paulo y que es el jugador con más títulos en la historia del fútbol. Dos años atrás había conseguido la Copa América como local y ahora se hizo presente en los juegos.

Foto: Dani Alves – Fuente: CBF

La gran figura que presentó el scratch de André Jardine fue Richarlison, titular en la selecao, quien fuera parte de las últimas dos Copa América, anotando en la final de 2019 ante Perú. El hombre de Everton no decepcionó y fue el jugador más destacado en territorio nipón convirtiendo 5 goles en 6 partidos, que le alcanzaron para convertirse en el máximo anotador de la competencia.

Con la medalla, Brasil se convierte en la tercera selección sudamericana en conseguir dos oros seguidos, tras Uruguay en París 1924 y Amsterdam 1928 y Argentina en Atenas 2004 y Beijing 2008. Además, Hungría lo logró en Tokio 1964 y México 1968 cuando el torneo era únicamente para deportistas amateurs pero que eran las selecciones absolutas para los países del bloque soviético.

Foto: CBF

Es momento de crecer para las selecciones sudamericanas tras numerosos golpes en las máximas citas, pero en los JJOO siguen reinando.